Hoy
os voy a hablar sobre otro de los temas básicos de los caballos, la
morfología. Y es que no se trata de que si no conoces la anatomía
equina no puedas montar a caballo; si no que el tener un manejo
(básico) de ésta nos puede dar mucha información sobre el animal.
Así, intentaré no limitarme a poner las típicas imágenes del
caballo con los nombres del cuerpo; si no que trataré de explicar
las funciones importantes de algunas de esas partes. Varía mucho con
los distintos tipos de razas, pero suelen establecerse unos
“cánones”, que nos servirán de referencia en una montura
estándar.
Lo
primero que quiero destacar es que, aunque no lo parezca, los ponis
no son tan sólo “caballos en pequeño”, si no que presentan
cambios a nivel morfológico. Por ejemplo, el cuerpo de los ponis
tiende a ser más redondeado que el de los caballos, su pelaje más
espeso y las patas más cortas en relación al cuerpo. Estos cambios
se ven más acentuados cuanto más pequeño es el poni (un poni D es
más parecido a un caballo en morfología que un poni A). Es por
ello, que en relación a su tamaño, las patas de los ponis suelen
tener que soportar un peso mayor que los caballos.
Bueno,
describiendo la morfología “externa” del caballo.
Imagen tomada de "http://es.wikipedia.org/wiki/Equus_ferus_caballus". |
.
Empezando
la casa por el tejado, encontramos como primer elemento a destacar,
la cabeza del caballo. Aunque muy variable, ésta debe estar
bien proporcionada con el resto del cuerpo. Una cabeza con un tamaño
incorrecto, proporcionará problemas a la hora de equilibrar al
animal, cargando demasiado –o demasiado poco- peso en las patas
anteriores (manos). Además de eso, un mal anclaje con el cuello
impedirá que el caballo flexione bien la nuca, lo que proporcionará
tanto problemas en la monta como –posiblemente- en el estado del
animal.
El
cuello será largo y ligeramente curvo (nada que ver
con otros problemas cervicales que dan lugar a una curvatura excesiva), lo que hace que el caballo tenga un mayor rango de
balanceo, que proporciona un mejor equilibrio. En animales
de tiro, se prefiere un cuello más corto y potente que en animales
de monta.
En
cuanto al pecho y paso de cincha (la franja justo por
detrás de los codos), nos indican la potencia, el paso y la fuerza
que puede tener el caballo. Un pecho ancho y ligeramente recto da
lugar a mucha potencia de tiro, mientras que un pecho más estrecho y
un poco más curvo permite al animal un paso más amplio y cómodo
para el jinete. El paso de cincha, a su vez, está relacionado con la
capacidad pulmonar; ya que cuanto mayor sea el paso de cincha, más
espacio habrá para la expansión de los pulmones.
Hablando
del lomo, éste debe ser corto y musculado, de forma que la
grupa le pueda proporcionar la potencia sin que el animal sufra
daños. La curvatura de la columna tiene que ser suficiente para que
el caballo pueda ser montado, pero si es excesiva puede causar -o
indicar- problemas en las vértebras. La grupa estará a la misma
altura que la cruz, ya que si es más alta, el animal estará
desequilibrado, y si es más baja hará que el caballo tenga menos
fuerza en los cuartos traseros.
Imagen comparativa de los "defectos" que puede presentar la anatomía del caballo. Los azules representan un "exceso" mientras que los rojos una "carencia". |
En
lo referente a las extremidades y a los cascos, voy a
intentar no extenderme demasiado, ya que pretendo hacer publicaciones más adelante
donde trataré específicamente este tema. Como es
evidente, las patas del caballo deben estar bien musculadas y ser
fuertes y resistentes. Para un caballo medio, de unos 500 kg de peso,
cada pata debe soportar una media de 125 kg al día, eso sin contar
los momentos en los que hace deporte, cuando ésta carga puede verse
aumentada.
Las
patas del caballo (para mí una de las partes más importantes del
animal, junto con la boca) son muy propensas a lesiones y fracturas,
y por lo general, cuanto más cerca del casco, mayor es ese riesgo,
ya que el peso a soportar es mucho y el hueso de la caña es bastante
delgado. Así, las extremidades anteriores (manos) deben de
ser rectas respecto al suelo, mientras que las extremidades
posteriores (pies) deben tener una ligera inclinación que
vendrá causada por el corvejón. Ésto, junto con unos cascos sanos
-de los cuales hablaré más adelante- nos indicarán que el
caballo no tiene problemas en cuanto a la distribución del peso.
Cabe destacar que los pies de los caballos por lo general suelen
soportar más peso que las manos, por lo que tanto la caña como los
cascos de las extremidades posteriores tienden a ser más amplios y a
tener un mayor punto de apoyo.
Esquema de la distribución de funciones en las extremidades. |
A
un nivel básico, este artículo supone una buena guía para observar
la morfología del animal. Las variaciones que puede haber muchas
veces son beneficiosas según el tipo de trabajo a desarrollar.
Como
ya he puntualizado antes, a medida que vaya haciendo artículos,
publicaré secciones de morfología más especializada; ya sea según
razas o según las zonas concretas del animal.
Espero
que os haya gustado, y que leáis la próxima entrada. ^_^
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