lunes, 18 de agosto de 2014

Cambio de aires.

Hoy empiezo una nueva sección, en la que hablaré sobre entrenamiento de caballo y jinete.


En este caso, quiero comenzar con los diferentes aires -diferentes "marchas" o "velocidades"- del caballo, que son una de las partes más necesarias en la monta y el control del animal. Aunque supone un gran esfuerzo y constancia por parte del jinete; un buen control del ritmo del animal da lugar a una gran diferencia, ya que demuestra una buena doma en el caballo, dedicación en el jinete y además ayuda a que los posteriores ejercicios, de mayor dificultad, no se vean empeorados por el hecho de que nuestro caballo no nos obedece.



Los aires básicos del caballo, aunque supongo que son conocidos por todos, son: paso, trote, galope y paso atrás.

  • El paso es el aire más lento del caballo y el más habitual cuando no está trabajando. Es un aire a 4 tiempos, en los que ninguno de ellos se desarrolla en el aire (siempre tiene al menos un casco en el suelo).
  • El trote es un paso de velocidad intermedia y es el más cómodo tanto para el jinete como para el caballo, ya que en relación a la velocidad, el cansancio es muy bajo. Se da 2 tiempos, entre los que hay un intervalo que se da completamente en el aire. El caballo mueve pies y manos formando diagonales (bípedos).
  • El galope es el paso más veloz y uno de los más cansados para el caballo. En este caso, la respiración del caballo se ve muy condicionada por el tranco*, ya que la presión que ejerce el propio animal al pisar el suelo le oprime la caja torácica y le obliga a espirar. Es un aire en 4 tiempos, en los que uno de ellos se produce en el aire; y es asimétrico, por lo que hay una diferencia entre si el caballo galopa con la mano derecha hacia el centro de la pista (galopar a mano derecha) o con la mano izquierda hacia el centro de la pista (galopar a mano izquierda).
  • El paso atrás es uno de los pasos más complicados de ejecutar correctamente por el caballo. Pese a ser un aire natural, no se suele enseñar correctamente la ejecución de éste ni a los animales ni a los jinetes. Es un paso que se da en bípedos diagonales (similar al trote) pero en el que las patas no se suelen apoyar de forma simultánea. No tiene tiempos* en el aire.

Esquema de los aires del caballo.

Una vez introducidos los aires básicos, creo que ya estamos listos para ver la importancia que éstos tienen en la monta diaria y en las disciplinas específicas.
Las dificultades para los cambios de aires o de velocidad demuestran una mala doma del animal, en los que éste va a intentar tomar el control de la situación, adaptando la velocidad a la que a él le sea más cómoda. Por supuesto, ésto no siempre es culpa del caballo, si no que se puede dar porque no entienda lo que el jinete le está mandando o pidiendo, por cansancio, etc. Tengo que destacar que los descansos en las sesiones de trabajo del caballo deben ser frecuentes y también suponen una recompensa para el animal (no siempre debe basarse ésta en premios físicos).

Bien, algo que es realmente común -al menos que yo haya visto- es que para poner un caballo al galope, siempre se deba pasar por el trote, a veces incluso tener que alargar el trote hasta que el caballo se ve "forzado" a galopar. Nunca se le debe permitir al animal que escoja cuando adoptar un aire, si no que ésto viene como orden del jinete. Así, para corregir estos fallos hay una rutina muy básica pero importante, que supondría una serie de ejercicios, los cuales os voy a dejar a continuación.

Transiciones entre aires:


Con el animal a paso. Tomamos un buen contacto* con la boca del animal (firme, pero no tirante) y lo mismo con las piernas (las pantorrillas siempre en contacto con el flanco del animal, sin apretar pero con una presión constante). Para ayudarnos de las piernas, nunca se debe separar ésta del flanco de animal (darle un golpe) si no que lo que se hace es aumentar la presión. Espalda recta y relajada, con el peso en la cadera, la cual está relajada y acompaña siempre los movimientos del caballo. Ésta será la postura básica del jinete, muy importante para la realización correcta del ejercicio. Todos los ejercicios se realizarán sentados, no se utilizará el trote a la inglesa ni el galope levantado excepto cuando estemos calentando.

    1. Después de unos buenos 5-10 minutos de trote ágil y galope despierto para calentar al caballo, lo ponemos a paso. Del paso salimos al trote medio, relajando muy ligeramente el contacto con el bocado* y apretando el de las pantorrillas. En caso de que el caballo aumente el paso o salga a un trote muy lento, volvemos a paso; damos 5 trancos y repetimos el ejercicio.
    2. Después de media vuelta de trote ligero, con el peso cargado en la parte de atrás de la silla relajamos ligeramente las pantorrillas e incrementamos la tensión en el bocado, sin tirones pero de manera decidida.Debe ir acompañado de una distribución del peso hacia la parte de atrás de la silla. Ponemos el caballo a paso, debe hacerlo sin acortar el trote. Si el ejercicio se ha desarrollado correctamente, felicitamos al animal.
    3. Este ejercicio puede ejecutarse también con un cambio de trote a galope, siempre teniendo en cuenta que NO debemos tolerar que el caballo alargue el trote para luego salir a galope, sino que tiene que ser una transición* directa. Tampoco debe salir con un galope corto y pesado (que luego caerá en un retrote* que no queremos).
Cuando tengamos un buen control del cambio paso-trote y del trote-galope (y los descendentes*), podremos llevar a cabo uno de mayor dificultad, el paso-galope-paso. Para ello deberemos tener un buen contacto, retrasar la pierna que va contra la pared de la pista (pierna exterior) y colocar a la altura de la cincha la pierna que da hacia el centro de la pista (pierna interior). La rienda exterior estará ligeramente más retrasada que la rienda interior, y apoyada contra el cuello del animal. Tómate tiempo para comprobar que las ayudas* están bien colocadas. Al pedir la transición a galope, cuida de no adelantar los hombros, que dará lugar a cargar el peso en la espalda del caballo y dificultarle la salida. Tras una media vuelta de pista de galope, carga el peso del cuerpo en la parte trasera de la silla, mantén contacto con las pantorrillas -pero sin apretar- y tira ligeramente de la boca de forma que el caballo no pueda caer a trote por el impulso que le dan las pantorrillas, pero se vea obligado a parar por la acción del freno. Si la transición ha sido satisfactoria, felicita al caballo.

Transiciones en un mismo aire:

Las transiciones en un mismo aire también deben ser claras, y son tan importantes para doma clásica como para cualquier otra disciplina (en salto supone el poder controlar los trancos que se dan en una calle, acortar de forma que te permita hacer un recorte sin perder equilibrio ni potencia en la montura, etc). Una forma fácil y más amena de practicar las transiciones en un mismo aire en lugar del típico ejercicio de alargar-acortar* en los lados de la pista, es usar barras de tranqueo*. Poniendo una serie de entre 3-5 barras en el suelo podrás mover la distancia entre éstas, de forma que podrás realizar un ejercicio de alargar o acortar al trote o al galope. Si ves que el caballo se aburre o se aprende las distancias entre barras, otro buen ejercicio es el uso de cavalletti* entre barras del suelo. Suponen unos saltos bajos (máximo 0.5 metros), que obligarán al caballo a encajar mejor los aires para no tropezar con ellos.

El paso atrás:

Para conseguir una buena transición al paso atrás, es importante que el caballo tenga claro qué se le está pidiendo. El paso atrás debe ser vivo, no arrastrar los pies en la pista, y con una velocidad ligeramente superior al del paso medio. Para ello, comenzaremos pidiéndole el paso atrás desde la parada (presión con las pantorrillas, aumentar tensión en las riendas, ayudándonos de una tensión intermitente en la rienda exterior). Una vez que este ejercicio esté claro para el caballo y lo desarrolle con facilidad (puede llevar varios días) intentaremos una transición paso-parada-atrás. Lo pediremos todo como pequeños ejercicios individuales que se desarrollan encadenados. Cuando estemos seguros de que el caballo entiende qué se le pide, podremos comenzar los cambios paso-retroceso. Evidentemente a medida que aumenta la velocidad a la que se lo exigimos, más complicado será para el animal realizarlo y más complejo para el jinete exigirlo correctamente. Es por eso que, exceptuando los animales de doma clásica, yo no recomiendo entrar en las transiciones trote-retroceso, ya que supone una tensión en la musculatura del animal muy importante, y si se desarrolla mal puede lesionarlo.

Resumen de los ejercicios descritos más arriba.

Bueno, con éstos ejercicios yo creo que es suficiente para hacer una clase de duración media (90 minutos con calentamiento y enfriamiento). Ya sé que ha sido un artículo un poco largo, pero no es fácil explicar los ejercicios de forma escrita. De todas formas espero que resulte útil, y que junto con las imágenes se pueda entender mejor.
Por supuesto ésto supone repetición tras repetición, ya sea en las clases dedicadas sólo a las transiciones como en el resto de clases (incluso en las de salto, doma, paseos...) es un trabajo constante y al principio costoso, pero cuando consigues una buena comunicación con el animal, la monta se volverá mucho más cómoda y sencilla.

Sonará pesado, pero sigo destacando que los aires deben ser siempre vivos  y con potencia y el cambio de aires, limpio y claro. El hecho de acortar un trote no debe llevar a que el caballo arrastre los pies, si no que tiene que desarrollar la misma potencia con un paso más corto, por lo tanto más "elevado". Además de ésto, conviene hacer que en las transiciones -sobre todo descendentes- el caballo no suba la cabeza al tirar de las riendas. Puede ser causa de una tensión excesiva o muy repentina (lo cual deberá corregir el jinete) pero también puede ser causa de una mala colocación del animal o un mal recibimiento de las ayudas*, lo que lleva a un desequilibrio y una mala realización de los ejercicios.

Tiempo (o tiempos): en los aires del caballo son las "divisiones" que se pueden establecer según las extremidades que mueva el animal para desplazarse. Por ejemplo, si mueve la mano derecha,apoya, luego el pie izquierdo, apoya... serían dos tiempos; pero si mueve a la vez mano derecha y pie izquierdo, apoyándolos a la vez en el suelo, se cuenta como un sólo tiempo.
Tranco: es cada uno de los pasos "completos" del caballo, es decir, cuando finaliza todos los tiempos y se produce un desplazamiento.
Acortar: disminución de la longitud del tranco del caballo dentro de un mismo aire.
Alargar: aumento de la longitud de tranco dentro de un mismo aire.
Transición creciente: cambio de un aire a otro de mayor velocidad. Es una transición creciente el cambio paso-galope.
Transición decreciente: cambio de un aire a otro más lento. Es una transición decreciente el cambio trote-paso.
Retrote: aire intermedio entre trote y paso, en el que el caballo da trancos muy cortos, altos e incómodos, causando tensión en la montura y el jinete. Puede darse por nervios o por un uso indebido de las ayudas.
Contacto: Tensión que desarrolla la mano del jinete sobre el freno del animal, usando para ello las riendas. Debe ser firme, pero no hacer daño al animal. Durante los ejercicios de pista no es aconsejable soltar por completo el contacto, ya que podría llevar a que el caballo piense que ha acabado de trabajar. Para enfriar al caballo, es recomendable soltarlo y dejar que se estire.
Bocado: Se denomina así al freno del caballo. Por lo general los bocados suelen ser más fuertes y complejos, mientras que los más suaves y simples se llaman "filetes".
Ayudas: Conjunto de elementos que consiguen que el jinete se comunique con el caballo. Pueden ser "naturales" (manos, piernas, peso, voz...) o "artificiales" (riendas, espuelas, fusta...).
Barras de tranqueo: se llama así a las barras que se disponen en el suelo, a una distancia determinada (puede ser uno, dos o varios trancos, de trote o galope) y que ayudan al jinete y al caballo en diversos ejercicios, ya sea con los aires, la flexibilidad, etc.
Cavalletti: estructuras formadas por una barra atornillada en sus extremos a dos aspas de madera, lo que permite que se posicione en tres alturas diferentes: barras en el suelo, barras a 25 centímetros del suelo o barras a medio metro del suelo; lo que podemos usar para diferentes ejercicios de control del caballo, de los aires, del salto...

Espero que os haya gustado, y que leáis la próxima entrada.  ^_^

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