lunes, 11 de agosto de 2014

El caballo.

Hoy quiero empezar la publicación en el blog con una introducción a lo que  -considero- son conceptos básicos en el mundo de la hípica. Supone una buena forma de hacer una presentación sencilla y fácil de leer para ir ampliando, poco a poco, los temas a tratar. No quería hacer un artículo muy pesado y técnico, con muchos nombres científicos, medidas, pesos, etc; así que he intentado reducirlo al mínimo indispensable para que la lectura no sea tediosa. Y creo que lo mejor es empezar definiendo lo que es un caballo:

El caballo es un animal mamífero, herbívoro. Su nombre científico es Equus ferus caballus y pertenece a la familia de los équidos. (Prometo que a partir de aquí no van más nombres científicos ;) ).
La hembra del caballo se llama yegua, y a las crías potros.



Los caballos pueden clasificarse de diferentes maneras, según el criterio que utilicemos para ello. La forma más habitual es a partir de la altura; así bien, también son conocidas la clasificación según la complexión del animal o según su “sangre”. Estudiando estos tres tipos de divisiones, los caballos pueden variar entre:

  • Altura:
La alzada de un caballo suele tomarse hasta la cruz, el punto más alto del lomo del animal, el cual se mantiene a una altura constante y no varía con la postura del caballo. Así, lo más natural es diferenciar entre caballos y ponis; y dentro de estos últimos, otras cuatro divisiones.

Caballo: se considera caballo (según la talla) a aquellos que superan el 1,48 m de alzada sin herraduras.

Poni A: aquellos que no superan 1,10 m de alzada.

Poni B: con una alzada máxima de 1,30 m.

Poni C: como máximo 1,40 m a la cruz.

Poni D: no superior a los 1,48 m a la cruz.

Poni miniatura: los que no superen los 96 cms de alzada. (aprox.)


Comparación de las diferentes tallas de ponis, desde el miniatura (izqda.) hasta el poni D (dcha.).

  • Complexión.
Según su “peso”, la clasificación del caballo se vuelve más sencilla, aunque también más limitada al ámbito de trabajo del animal. Así, se diferencian los caballos de silla, que son los que se suelen utilizar para montar; los caballos de tiro, más pesados que los anteriores y mucho más robustos; lo que los suele hacer ideales para el tiro de carros, calesas... (aunque también sirven para la monta) y los ponis y razas miniatura, siendo éstos últimos no aptos para la monta debido a su pequeña estatura y su poca fuerza.

  • Sangre.
La tercera división que voy a tratar en éste artículo va a ser según la “sangre” del caballo, o su temperamento. Podemos distinguir entre caballos de sangre fría: aquellas razas que se caracterizan por su tranquilidad. Suele darse el caso de que las razas que constituyen este grupo sean muchas de ellas de caballos pesados o de tiro. Las razas de sangre caliente tienen un carácter marcado y nervioso, que suele darse en los árabes o los tan conocidos pura sangre.

Además de estas dos diferenciaciones, también hay los llamados de sangre templada, que son razas creadas a partir de la mezcla de una de sangre fría con otra de sangre caliente.

Las razas de caballos también son, evidentemente, otro criterio de diferenciación de animales. Todos estos factores son muy necesarios a la hora de escoger una montura, ya que según sus características básicas (que por supuesto, no siempre se cumplen) los animales se adaptan mejor a una u otra función, disciplina, jinete...

En lo relacionado con el comportamiento del caballo, cabe recordar que los équidos son presas en estado de libertad, lo cual conlleva a que tengan un carácter asustadizo. Es por ello que en el medio natural, viven en manadas; lo que los hace unos animales muy sociables, tanto con su misma especie como con otras (humanos, gatos, perros...) y que los lleva a tener una expresividad bastante amplia, tanto por relinchos -poco frecuentes- como por medio del lenguaje corporal.

Creo que por ahora, y como conceptos “básicos”, el artículo supone un buen resumen. Ya sé que ha sido un poco largo de más, pero es difícil resumir las nociones esenciales. Por supuesto, he de decir que lo escrito en el texto no siempre se cumple. Hay ponis que miden más de 1,48 m, y razas de caballos que pueden estar por debajo de esta altura. Hay caballos de tiro con mucho carácter y sangre caliente, y pura sangre a los que habrá que rogarles para que se pongan a trotar.
Todo lo que he escrito hoy, y que por lo general escribiré, tratarán probablemente de ser guías útiles y generalmente ciertas, aunque para todo hay excepciones ;)

Espero que os haya gustado, y que leáis la próxima entrada. ^_^








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