viernes, 26 de septiembre de 2014

La gestación de la yegua.

Hoy os quiero hablar sobre la cría y reproducción de los caballos, empezando por la gestación de la yegua. Un potrillo es algo que muchos jinetes sueñan con tener, un caballo que tú mismo hayas criado y esté educado a tu manera. Pero no todo es tan fácil, y educar a un potro es una tarea complicada. Ya sin llegar a esos extremos, hoy voy a tratar sobre la gestación de la yegua y el desarrollo fetal, para que podáis comprender cómo tiene lugar el proceso; de forma que más adelante vuelva a tratar sobre los potros en diferentes ámbitos (crecimiento, educación, sexualidad...).

Para empezar a hablar sobre la gestación de la yegua, primero quiero explicar cuándo se empieza a desarrollar la sexualidad en los caballos. Los caballos comienzan a ser sexualmente activos a los 18 meses, aunque aquí las edades se diferencian por sexos: los potrillos pueden empezar a fecundar yeguas a partir de los 2 años, mientras que las potras suelen empezar a quedarse preñadas sobre los 3 años.

Por supuesto, son edades orientativas, ya que en lo relativo a la maduración sexual, existen muchos casos que se salen de “la norma”.


Pero si nos referimos a nuestro interés -como dueños de caballos- de que se reproduzcan, las edades vuelven a cambiar. Los machos no suelen comenzar a fecundar yeguas hasta los 3 años como mínimo, una forma de garantizar la calidad de la monta; mientras que a las yeguas no es aconsejable preñarlas hasta que no tengan 4 ó 5 años por lo menos, ya que un embarazo puede influir en su crecimiento.

La etapa reproductiva:

La época de reproducción suele darse en los meses de mayor calor, abundancia de comida y buen tiempo, esto es en primavera y verano (Marzo a Septiembre aproximadamente). Durante ese período, la yegua va a experimentar cada 14 días un periodo que le durará entre 4-6 días. Esto hace un ciclo hormonal total de 3 semanas, que puede sufrir variaciones.

El hecho de que la temporada de celo de las yeguas se de entre Marzo y Septiembre no es casualidad, si no que utilizan el aumento de luz (en este caso, solar) como indicador de la llegada del buen tiempo y de la estación de pasto. En caso de que nuestra yegua se encuentre estabulada, podríamos variar la intensidad de la luz, con el fin de cambiar los ciclos hormonales de ésta y así adelantar la fecundación.

Personalmente no recomiendo esto último, ya que el ciclo de las yeguas suele darse en el momento justo para que los potros nazcan con el buen tiempo, los pastos y el calor.

La gestación de la yegua:

El periodo total de gestación de un caballo dura unos 11 meses, lo que vienen a ser unos 340 días. De este período, se considera “normal” que las yeguas se adelanten unos 20 días en el parto o se retrasen incluso un mes. Un potro que nazca antes del día 310 de embarazo es considerado prematuro, pero pueden sobrevivir con unos cuidados intensivos.

Se diferencian tres periodos dentro de la gestación de la yegua, que son:
  • Periodo ovular: fecundación al día 15 de embarazo.
  • Periodo embrionario: día 15 al 60 de gestación.
  • Periodo fetal: día 60 hasta el nacimiento.
Los cuidados de gestación de la yegua comienza cuando confirmamos que se ha quedado preñada. La ecografía realizada a las 4 semanas podría confirmar las sospechas, pero las pruebas más fiables se realizan sobre los 3 meses de gestación.
Sin embargo, los test realizados mediante el control de hormonas suelen ser menos fiables, ya que las yeguas gestantes evitan la secreción de PGF2α* lo que conserva la función del cuerpo lúteo* (CL) a la vez que los niveles de progesterona* desciende en los primeros 20 días.

A partir de aquí, comienza la etapa embrionaria, pero en la apariencia externa, la yegua no experimenta cambios notables a simple vista.
En el útero de la yegua se encuentra el trofoblasto*, que por diversos medios -a través de la eCG*- secretará progesterona* hasta que la placenta sea capaz de realizar el suministro necesario de ésta para el mantenimiento del embrión (alrededor del día 100 de gestación). Después del día 140, los niveles de progesterona descienden rápidamente y vuelven a elevarse al final de la gestación; al contrario que el estrógeno*, que asciende hasta el día 300; después del cual vuelven a descender sus valores.

A partir del día 100 de gestación, el embrión -de unos 17 cms- tiene la características básicas de la forma de un caballo, y el pelo le comienza a crecer. En este punto, se suele sugerir otra prueba de embarazo, para confirmar que el crecimiento fetal es correcto y no se ha producido un aborto (habitual en los primeros 3 meses).

De aquí en adelante, el feto está prácticamente formado y sólo le queda crecer y ganar peso. En el día 180 el futuro potro pesará unos 4 kilos -aproximadamente- y ya podremos ver un aumento de peso y volumen en el vientre de la yegua.

Sobre los 8 meses de gestación, el feto tendrá pulmones. Del día 300 en adelante, los cambios se producirán sobre todo en la yegua, que experimentará un aumento de volumen en las mamas, o incluso la secreción de un líquido amarillento y viscoso.

Cuando llegue el día 315, debemos prepararnos para el parto de la yegua. A poco tiempo de parir, el potro se colocará en la posición de salida (más bajo en el vientre y con la cabeza por delante). Además, se producirá el hundimiento de la grupa de la madre, para relajar el canal vaginal y favorecer la expulsión del feto. Si a eso le sumamos la relajación vaginal, sabemos que el parto se desarrollará en cuestión de días u horas.

El parto de la yegua suele producirse de noche, costumbre heredada de cuando vivían en estado salvaje, que solían tener los potros a altas horas de la madrugada de forma que su manada no se estuviese desplazando y hubiera menos depredadores. Si la yegua está en un prado, cuando vaya a dar a luz es posible que se aparte de los demás caballos (si es que los hay), de forma que esté sola y relajada a la hora de parir. El parto puede ser rápido (de 30 minutos en yeguas no primíparas) o realmente largo (en caso de que haya complicaciones o de que la yegua esté tensa, ya que puede retener al potro en su vientre).

Y hasta aquí voy a escribir en el artículo de la gestación de los caballos, ya que pretendo hacer uno específico para el parto, así como otro del potro, su crianza, etcétera.

Ahora dejaré unos cuantos puntos interesantes y las definiciones de las palabras marcadas:
  • La yegua debe hacer ejercicio durante todo el embarazo, ya que los problemas de circulación en las patas de las yeguas que llevan un embarazo muy avanzado son muy comunes. De todo el periodo, la yegua puede ser montada hasta los 6 meses de gestación. A partir de ahí el trabajo deberá reducirse a paseos en el prado o en la pista, caminar mucho y no hacer esfuerzos, ya que si no puede perder a la cría.
  • Durante la última etapa del embarazo, la yegua requiere una dieta específica que le proporcione todos los nutrientes a ambos. Para estos casos, lo mejor es consultar al veterinario.
  • Cuando veamos que el momento del parto se aproxima, deberemos habilitarle a la yegua un entorno caliente, cómodo, limpio y relajado a fin de que tenga al potro en las mejores condiciones posibles. Si vive en el prado, puede que queramos pasarla a la cuadra por las noches; mientras que si está estabulada, lo mejor es cambiarla a una cuadra especial para yeguas que van a parir (más grande, suelo más mullido...)
  • En raras ocasiones, puede producirse un embarazo gemelar en los equinos. Por lo general, estos casos no suelen llegar a término; bien porque la yegua aborta a los dos fetos o bien porque uno de ellos “muere” y es reabsorbido. En el 1% de las veces que se produce el parto de potros gemelos, suelen ser crías débiles, que necesitan de cuidados intensivos los primeros meses para salir adelante, así como complementos alimenticios que ayuden a la madre a criar a ambos.
  • Una yegua que ya haya tenido un embarazo gemelar tiene más probabilidades de volver a tener otro en el futuro. Además, las yeguas viejas que se usan como yeguas de cría (mayores de 15 años) tienen más posibilidades de tener gemelos.
  • La gestación de un feto hembra suele ser más larga que la de un macho, y en las razas de caballo pesadas*(o de sangre fría) los embarazos suelen ser más cortos.
Cuerpo lúteo:  Fase final del proceso de foliculogénesis que aparece en el ovario tras la ovulación. Durante el embarazo, está presente hasta el tercer mes de gestación, mientras que produce estrógeno y progesterona. Tras este tiempo, comienza a desaparecer.
Estrógeno: hormona sexual producida por los ovarios, la placenta (en el embarazo) y las glándulas adrenales.
Gonadotropina Coriónica Equina (eCG):  hormona producida durante la gestación de las yeguas en las copas endometriales que estimula la secreción de estradiol y progesterona. Muy utilizada en programas de reproducción asistida.
Trofoblasto: se denomina así al grupo de células que forman la capa externa del blastocisto -células resultantes de la división del cigoto- que le proporcionan nutrientes al embrión y se desarrollan como parte de la placenta.
Prostaglandina F2α: sustancia de carácter lipídico que funciona como mediador celular, en este caso concreto, sirve para la contracción del útero.
Progesterona: hormona involucrada en la reproducción femenina, cuya función es sujetar el endometrio y mantener al embrión en el útero. Si los niveles de progesterona bajan, se produce la menstruación.
Razas de caballos pesadas: aquellas razas que son más grandes de lo normal y que por lo general suelen utilizarse para el tiro de carros y calesas; como el Percherón o el Shire. Los defino mejor en mi artículo de introducción “El caballo”.

Así finalizo el artículo de la gestación.


Espero que os haya gustado, y que leáis mi próximo artículo. ^_^

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